Aunque estos animales sean capaces de volar, su reproducción es vivípara a diferencia de las aves. Estos animales no ponen huevos, sino que dan a luz crías vivas y anatómicamente formadas que pasan un tiempo con la madre antes de independizarse.
Los hábitos de reproducción varían en función de su especie, su zona de distribución y otros factores. Por lo general, los miembros del suborden Microchiroptera se independizan entre las 6 y 8 semanas de edad, mientras que los del suborden Megachiroptera lo hacen en torno a los 4 meses.
Los murciélagos se aparean en función de la temporada, "reproducción estacional", es decir, no pueden reproducirse durante todo el año, sino que coordinan su reproducción con las estaciones que les permita obtener los requerimientos necesarios para el desarrollo de sus crías. Muchas especies de regiones de clima templado se aparean en otoño o en invierno antes de comenzar a hibernar y regularmente presentan un sistema de apareamiento polígamo, por lo que durante su vida copulan con diversos individuos. En las regiones tropicales, la reproducción ocurre en función de las estaciones secas y húmedas, y aquellos murciélagos que se encuentran en los trópicos normalmente no se aparean de acuerdo a una estación, ya que los recursos como el alimento y el agua suelen estar disponibles todo el año.
Madurez sexual y apareamiento
La madurez sexual de los murciélagos es variable. Suele llegar a los doce meses de edad, aunque en algunas especies las hembras pueden retrasarse de 2 a 5 años en tener descendencia.
Por otra parte, las técnicas de apareamiento también dependen de la especie. Durante la temporada de reproducción, las hembras de zonas templadas son las que tratan de llamar la atención de los machos, emitiendo vocalizaciones para "invitarlos" a la cópula. Otras tácticas de los machos son: mostrar las alas, expandir los pelos de la cabeza, utilizar marcas de olor de las glándulas del cuello, y a veces, la congregación.
La mayoría de las especies tienen un régimen sexual polígamo, aunque algunas pueden practicar la monogamia, donde las parejas viven junto con su progenie en pequeños grupos familiares. Por otra parte, los murciélagos polígamos viven en grandes colonias donde eligen aleatoriamente una pareja con la que copular durante la época reproductiva. En estas colonias es común que los machos y las hembras vivan divididos y solo se junten cuando sea el momento de aparearse. Por último, existen machos de especies más promiscuas, donde los machos pueden reunir un harén de hembras, hasta 30, con las cuales se aparea de forma exclusiva durante algunos años.
Nacimiento y cría del murciélago
Aunque muchos murciélagos solo tienen un embarazo al año, ciertas especies pueden tener 2. La gestación dura entre 40 días y 6-7 meses, según la especie, no obstante puede ser de hasta 9-10 meses. En la mayoría de los casos la hembra da a luz colgada boca abajo, y cuando nace la cría tiene que sujetarla fuertemente con sus alas para evitar la caída. Pasados unos minutos, la ría se cuelga del pezón de la madre y empieza a lactar por un período de tiempo que puede sobrepasar los 2 meses en algunas especies.
Transcurren entre 2 y 6 meses en los que la madre provee de leche materna como alimento hasta que la cría comienza a añadir carne o vegetales a su dieta. Por otra parte, las alas de la crías tardan unas semanas en formarse por completo y ser funcionales, por lo que durante este tiempo, la madre transporta a la cría en la espalda o colgada del vientre. Por último, las madres son las encargadas de enseñar todo lo necesario para supervivencia de sus crías, por lo que siempre están juntas hasta que la cría se independiza.
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